La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente en ambos sexos. El VPH es causa necesaria, aunque no suficiente, para la producción del cáncer de cuello uterino y otros canceres urogenitales así como en la esfera orofaringea, por lo tanto es necesario que existan otros factores. Los VPH forman parte de un grupo de virus de la familia de los Papillomavirida en que se han identificado más de 150 tipos diferentes de VPH. Unos tienen afinidad por la piel y son causantes de lesiones en la piel y otros son mucosas típicos, con capacidad de infectar el tracto genital.
La prevalencia media en España de infección por VPH en mujeres con citología normal es del 14%. La prevalencia es mayor en las mujeres jóvenes (25%) por encima de los 30 años se reduce al 5-10%. En varones se estima que la prevalencia de la infección es entre el 30 y el 50%.
Se transmite al mantener relaciones sexuales orales, vaginales o anales con una persona que tenga el virus. Se transmite con mayor frecuencia durante las relaciones sexuales vaginales o anales. El VPH puede transmitirse incluso cuando la persona infectada no presenta signos ni síntomas.
Toda persona sexualmente activa puede contraer el VPH, incluso si tiene relaciones sexuales con una sola persona. También es posible que presente los síntomas años después de tener relaciones sexuales con una persona infectada, lo que dificulta saber cuándo se infectó por primera vez.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO?
En la mayoría de los casos el VPH desaparece por sí solo y no causa ningún problema de salud. Pero cuando el VPH no desaparece, puede causar problemas de salud como verrugas genitales o cáncer.
Los VPH son capaces de producir distintas formas clínicas de expresión:
- Verrugas genitales o condilomas acuminados
- Lesiones precancerosas de cuello uterino: neoplasia intraepitelial cervical (CIN 1) o lesión escamosa intraepitelial de bajo riesgo o grado (LSIL). No suele tratarse.
- Neoplasia intraepitelial de grado medio (CIN 2) o lesión escamosa intraepitelial de alto grado (HSIL)*. El epitelio está engrosado. Y la mayoría de las pacientes requieren tratamiento.
- Carcinoma in situ (CIN 3) o (HLIL): todo el epitelio está afectado. Es difícil diferenciar (CIN 3) y carcinoma in situ o adenocarcinoma in situ (AIS). Requieren tratamiento siempre.
- Cáncer de cérvix: el 85 % son de células escamosas, el VPH 16 es el virus más frecuente en estos casos y el 15 % son adenocarcinomas (VPH 18, 16 y 45).
- Neoplasias de cabeza y cuello en ambos sexos suelen estar relacionados con el VPH. Tienen mejor pronóstico que los tumores de cabeza y cuello relacionados con el consumo de tabaco y alcohol.
¿CÓMO SE PREVIENE EL VPH?
Una de las maneras más eficaces para prevenir el contagio de VPH es el uso del preservativo, si bien solo lo evita en el 60-70% de los casos, porque la trasmisión puede ocurrir también en zonas que el preservativo no cubre o previamente a su colocación.
- La detección precoz mediante el test de Papanicolaou reduce la morbilidad y la mortalidad por cáncer de cérvix en el 75% de los casos. Si se incorpora a la citología la detección de ADN viral mejora la técnica del cribado.
- Las vacunas frente al VPH han demostrado una alta eficacia y efectividad en la prevención de la infección por el VPH, así como de las lesiones benignas y premalignas. Puede proteger a los hombres y a las mujeres contra las enfermedades causadas por el VPH (incluso el cáncer).
- Se recomienda de que tanto los niños como las niñas de 11-12 años se vacunen, en Cataluña el calendario de vacunación obligatoria solo incluye las niñas.
- Si no se ha vacunado en la edad indicada se recomienda también en hombres y mujeres de hasta 26 años.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DEL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO?
Una vez instaurada la infección por VPH esta no tiene tratamiento. El tratamiento va dirigido a las lesiones que causa el VPH. No hay evidencia de que las vacunas actuales frente al VPH tengan algún efecto terapéutico para la curación de la infección o de la patología relacionada con el VPH.
- Las verrugas genitales pueden ser tratadas por su médico. Si no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer, quedarse igual o aumentar en tamaño o cantidad.
- El precáncer de cuello uterino puede tratarse. Las mujeres que se hacen en forma periódica la prueba de Papanicoláu y tienen un seguimiento adecuado pueden identificar problemas antes de que aparezca el cáncer. La prevención es siempre preferible al tratamiento.
- Otros tipos de cáncer asociados al VPH también se pueden tratar más fácilmente si se diagnostican y tratan en las etapas iniciales.